Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.
Raúl González Tuñón (La luna con gatillo- Fragmento)
Entre el 7 y el 9 de abril se desarrolló en la escuela primaria N°1 Florentino Ameghino de Monte Hermoso el VI Encuentro Federal e Internacional de Escritoras y Escritores de la Luna con Gatillo con la participación de más de un centenar de escritorxs y artistas. Corresponde decir aquí que dicho encuentro fue precedido por preencuentros en varias ciudades y localidades del país y que el fenómeno se ha reproducido en otros países como Colombia, México, Honduras y Bangla Desh.
Como bien lo subraya Leonardo Herrmann, secretario general de FIEL, “LA LUNA CON GATILLO no se trata solo de un encuentro, es una idea llevada a la práctica con horas, días, meses, años de trabajo que se cristalizan en cada actividad.” Y mucho se notó ese trabajo en el evento desarrollado en la bella ciudad de Monte Hermoso, donde el mismo ha sido declarado de interés público por el municipio. Donde la fuerza de esa idea se plasmó en rondas de lectura compartida, mesas redondas sobre distintos temas, exposición de libros, videos, representaciones teatrales, música, danza, una peña y hasta una singular marcha con suelta de poemas en el casco céntrico de la ciudad, porque el Encuentro sacó la poesía a la calle para que se mezclara con la gente.
Lo primero que hay que decir es que el Encuentro fue un gigantesco abrazo, celebración de la fraternidad de poetas y escritores de distintas procedencias pero unidos por el mismo sentimiento, la misma vocación de poner la literatura y el arte al servicio del pueblo y de la lucha por su liberación. Facilitó el intercambio poético, humano, el compartir de los mismos sueños y los mismos desvelos.
Lo segundo que hay que decir es que la memoria y el recuerdo de gratitud a los que abrieron el camino para que este evento fuera posible, fue permanente. La emoción presidió los homenajes al poeta, psicoanalista, periodista y militante comprometido con las mejores causas, Vicente ZIto Lema y también la mesa que recordó la trayectoria de movimientos e iniciativas como “La luna que se cortó con la botella”, confirmando que la poesía no le sacó el cuerpo y la belleza al conurbano bonaerense donde florece al borde de las acequias y en las enredaderas de las barriadas.
También tuvieron voz propia las lenguas de los hermanos pueblos originarios que se expresaron en la canción y en el poema.
Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.
La luna con gatillo (Raúl González Tuñón)
Y porque los trabajadores de la cultura no creemos en el arte apolítico, en el arte neutral, aséptico, inodoro e incoloro, el Segundo Manifiesto del Encuentro La luna con gatillo ha reafirmado su compromiso con la lucha popular, exigiendo la libertad de los presos políticos y de los presos de los pueblos originarios en su lucha por la defensa de su territorio e identidad cultural, defendiendo la independencia y la autodeterminación de los pueblos. Proclama que la profundización del neoliberalismo en nuestros países es la profundización del hambre, la guerra y la muerte. Estamos por una América libre y soberana. Estamos por un mundo multilateral donde no existan gendarmes arrogantes que busquen imponer a sangre y fuego sus decadentes valores globalizados.
El manifiesto reconoce en el arte un producto colectivo y comunitario, que no se agota en lo artístico, que es la expresión de todo lo ancestral y genuino de los pueblos, que como dice Vallejo viene del pueblo, y va hacia él. Y por ello se propone recuperar, defender y ocupar el espacio público y estar en las calles junto al pueblo y sus luchas, para desarrollar la actividad artística hacia nuestras comunidades y hacer visible que nuestras luchas continúan…
Lectura y canción en la feria artesanal
En esta hora especialmente dramática que vive la humanidad, de guerras, etnocidios y genocidios, de negación de todo lo humano y de hegemonía aparentemente incontestable del mercado, el Encuentro Federal e Internacional de Escritores y Escritoras, es mucho más que una gota, se está volviendo aguacero. Vamos con fuerza por el VII Encuentro.
El autor de esta nota leyendo en la Feria Artesanal de Monte Hermoso.