¿Qué somos sin el otro?
La invisibilización de los cuerpos, de los seres como tal, de la condición humana, del paradigma antropológico de lo humano. La negación de la existencia, de la otredad, ese Otro que nos avergüenza en su mera existencia, no por su pobreza ni su marginalidad, sino porque nos escupe a la cara nuestra falta de humanidad, de sentido de justicia, de espiritualidad y de empatía; y que nos muestra la pérdida de una ética, que es la pérdida del sentido. ¿Qué somos sin el otro? Esta es la pregunta que debiéramos hacernos. No se trata de caridad, de beneficencia, sino de equidad, de enfrentar la esclavitud, el desprecio, la degradación de las condiciones de vida cotidianas y por fin la muerte. Seres expuestos a todos los riesgos, todas las violencias, todas las violaciones en todas sus variantes. Indefensos frente al sistema, frente a la impunidad de la negligencia de los gobiernos de turno, el asco que su existencia representa para las elites y mucha clase media. La negación como respuesta, su utilización política como campaña: la más barata demagógica publicidad política y de empresas. Ministros que se pelean, violentos con poder que denuncian y amenazan, caterva de inoperantes discutiendo poder.
Sí, Maia volvió, ¿por cuánto tiempo y por cuántxs maias? El último Censo Popular fue en 2017: 4394 personas en situación de calle, 5872 con las que dormían en paradores. (1) En dos años aumento un 23%. Hay 871 menores de edad. En el segundo censo (2) en el año 2019 realizado por el CELS arrojó 7251 personas. Esto en CABA. ¿Y en la provincia de Buenos Aires? No parece posible conseguir datos fiables, por la extensión de la misma y porque al parecer no está en lo alto de la lista de prioridades. Pero la cantidad de indigentes en el AMBA es aterradora. Vivir en un asentamiento entre chapas y arpilleras, ¿ya no se considera situación de calle?
No existen los mesías
El conurbano bonaerense es un caleidoscopio de asentamientos y villas de emergencias, carentes de condiciones mínimas de salubridad y de vida. Así como en CABA no se resuelve siendo la ciudad más rica del país, en AMBA tampoco siendo la provincia más adinerada y de mayores ingresos. La prueba por dar un par de ejemplos, es Guernica y Los Ceibos. Los mismos actores, diferentes víctimas, y la parafernalia ilusoria y violentamente represiva del ministro de seguridad de la provincia que sueña con ser un Marshall del lejano oeste. A nosotros nos queda el hacer. Dejemos de esperar la ayuda que nunca vendrá, la salvación, el derrame, la empatía. Comencemos o mejor dicho, continuemos organizándonos, proponiendo, concientizando, presionando a los gobiernos, no comprando sus narrativas ilusorias. Si no podemos luchar por nosotros mismos, si no podemos “salvarnos”, entonces tal vez no merezcamos ser “salvados”. Y la lucha es eterna, nunca podremos bajar los brazo o rendirnos. Nunca habrá descanso, y como en el lejano oeste de los Marshall, hay que aprender a dormir sobre el caballo sin dejar de avanzar.
(1)https://www.pagina12.com.ar/330438-infancias-invisibles-cada-vez-hay-mas-ninesen-situacion-de-
(2) https://www.cels.org.ar/web/2019/07/segundo-censo-popular-de-personas-ensituacion-de-calle-en-la-caba/