Lo que quedó en la sombra y de lo que ningún opinólogo a sueldo de los medios hegemónicos habla.
Ninguna institución ni persona que se considere bienpensante, puede dejar de lamentar lo que sucede en Ucrania y de alzar su voz en favor de la paz. Sólo energúmenos pronazis como Milei, se muestran sin pudor partidarios de detonar una conflagración mundial para aplastar a Rusia.
Sin embargo, es necesario separar la paja del trigo para desenmascarar la hipocresía de los falsos pacifistas. Poner un signo igual sobre la responsabilidad de todos los actores de este conflicto es falaz. La principal responsabilidad es de Estados Unidos y su instrumento, la OTAN. En menor grado de la propia Ucrania cuyo gobierno es obediente a los intereses yanquis, y que en su pretensión de ingresar a un bloque bélico anacrónico como es la OTAN, pone en peligro la seguridad de Rusia y la suya propia. En cuanto a Rusia, independientemente de lo que pensemos de Putin y su gobierno, hemos visto de su parte realizar esfuerzos para evitar la contienda. Fueron desoídos sus reclamos de cumplimiento de los acuerdos de Minsk (2014) entre los cuales los más importantes eran los de detener la expansión de la OTAN sobre la frontera de Rusia, que se excluyera definitivamente de agenda el posible ingreso de Ucrania a ese bloque militar y se garantizara la autonomía de las provincias del Donetz y Luganks, de población rusófona en la zona del Donbass.
Lo que quedó en la sombra y de lo que ningún opinólogo a sueldo de los medios hegemónicos habla, es que luego del golpe de estado que derrocó en 2014 al presidente pro-ruso Yanukovich, la OTAN se aplicó a armar hasta los dientes al gobierno pro occidental de Ucrania y a las milicias irregulares nazis como el batallón Azov que viene llevando acciones de persecución y limpieza étnica contra la población ucraniana rusófona que ya se han cobrado 15 mil muertos.
La respuesta de Rusia fue anexarse Crimea y luego reconocer la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetz y Luganks llevando a sus territorios tropas en cantidad para terminar con los desmanes de las milicias nazifascistas.
LA OTAN
La OTAN, bloque político militar en suelo europeo, hijo de la Guerra Fría, se había comprometido en 1990 en no avanzar sobre las fronteras de la URSS. Lo cierto es que luego de la disolución de la Unión Soviética, la OTAN pasó de tener 12 países a 30 países miembros, la mayoría ex integrantes de la URSS y de su área de influencia como Polonia, Hungría y la República Checa.
El actual poderío misilístico de la OTAN, de instalarse en Ucrania, tendría la capacidad de borrar del mapa a ciudades como Moscú o San Petersburgo en un lapso entre 5 y 7 minutos según el tipo de misil (2). Nadie supo ni quiso responder a la pregunta de Putin acerca de la posible reacción de EE.UU si se colocaran misiles rusos en Cuba, Venezuela u otro punto próximo a sus fronteras. Por lo tanto, no debemos ver la respuesta de Rusia sino como una medida de sobrevivencia.
El actual operativo militar de Rusia sobre Ucrania ha desatado una histeria “pacifista” tanto de las usinas del imperialismo cuanto de cierta izquierda que condena por igual a todos los actores del conflicto sin hacer “análisis concreto de la situación concreta”. El Papa Francisco se apersonó sorpresivamente en la embajada rusa en el Vaticano para solicitar el cese de las hostilidades.
La situación actual
Putin ha aclarado que el propósito de la ofensiva de Rusia no es el de anexarse Ucrania sino solo el de “pacificar y desnazificar” ese país. No hay por qué creerle menos que a EE.UU. y a la OTAN a la luz de la larga historia de intervencionismo de ambas en Yugoslavia, Yemen, Irak, Afganistán, Libia etc. Suenan por ello grotescos los chillidos de Estados Unidos en favor de la autodeterminación de los pueblos. Idem con Israel que perpetra a diario un genocidio contra el pueblo palestino sin que a ningún gobierno democrático se le mueva un pelo, incluido el Vaticano. Lo novedoso en todo caso, es que el gobierno de Rusia ha aprendido de la experiencia histórica, que no se puede confiar en la OTAN ni en Estados Unidos “ni un tantico así, nada”y se les haya anticipado, entendiendo que “el que pega primero, pega dos veces”. De ese modo envía un mensaje a la comunidad internacional que las acciones bélicas preventivas no son una facultad exclusiva del Pentágono. Ante los hechos consumados, la reacción de Biden y los gobiernos europeos es la de reforzar sanciones como la expulsión del Consejo Europeo o la interrupción de la compra de gas a Rusia que perjudican más a aquellos que a la propia Rusia. El propio presidente Zelenski se lamenta de que “nos han dejado solos.” Impensable hace nomás unos treinta años, la actitud de Estados Unidos y la OTAN revela el ocaso ineluctable de la gran potencia del norte.
La política de la Argentina frente al conflicto
Es absolutamente coherente exhortar a las partes en conflicto a sentarse a la mesa de diálogo, a erradicar las soluciones de fuerza. La postura independiente que debe mantener el estado argentino no puede olvidar que fuimos de los primeros países que recibimos la vacuna rusa contra el COVID 19, que históricamente Rusia apoya la reivindicación histórica de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas donde nuestro enemigo en la guerra de 1982 fue la OTAN y que los acuerdos económicos reforzados en la última visita del presidente Fernández a Rusia, sobre la base del beneficio mutuo, se dan en un mundo cambiante que marcha, con contradicciones, avances y retrocesos hacia un nuevo orden multipolar.
No habrá paz ni seguridad en el mundo mientras exista el capitalismo
Mientras existan bloques militares como la OTAN, mientras exista el complejo militar industrial comunicacional que determina la política exterior de Estados Unidos, mientras el comercio de armas sea uno de los más rentables de la economía globalizada, seguiremos sobreviviendo sentados sobre un polvorín y la única pax será la de los cementerios. Luchar por un orden postcapitalista que termine con la explotación, las opresiones y la destrucción de la naturaleza, es el deber de los amantes sinceros de la paz.-
Fuentes consultadas.
(2)https://www.pagina12.com.ar/403832-rusia-ucrania-una-tragedia-evitable