FUERA LA BASE MILITAR YANQUI DE NEUQUÉN

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Que la expectativa deportiva con que nos quieren mantener distraídos no impida ver los peligros para la soberanía del país

Falta poco para que la pasión argentina vestida de celeste y blanco vuele a Qatar para palpitar el Mundial de Fútbol 2022. Ya la publicidad televisiva, los canales y aplicaciones varias venden esta celebración del capitalismo que exhibe el fútbol como uno de sus mayores trofeos de caza para que lo disfrutemos desde el living hogareño. Banderas, camisetas,  cornetas, bonetes etc. nos harán sentir en la tribuna hinchando por nuestra Selección. Pero mientras esto sucede en el gran cuadriculado mediático, entre bambalinas, en  nuestra Patagonia se libra una guerra despiadada por la soberanía.

De esa guerra nos llegan los ecos con nombres como Lago Escondido, apropiado por el pirata inglés amigo de Mauricio Macri,  Joe Lewis. Existen fundadas sospechas de que en el área de propiedad de Benetton estuvo detenido el joven Santiago Maldonado antes que lo asesinaran y plantaran su cuerpo en el río. Otro eco nos trae el nombre de Rafita Nahuel, el joven mapuche asesinado por la espalda por la Prefectura al mando de la entonces ministra de seguridad Patricia Bullrich. Aún seis mujeres mapuches permanecen detenidas y en huelga de hambre luego de los incidentes en Villa Mascardi acusadas de terrorismo por defender territorios ancestrales.

En ese contexto convulsionado la Multisectorial contra la base militar yanqui en Neuquén, nos informa que la misma, financiada por el Comando Sur de las fuerzas armadas estadounidenses ya se encuentra construida en más de un 80 por ciento. Según los miembros de la Multisectorial “la ciudad de Neuquén es la entrada, por tener el aeropuerto y ser la capital provincial, a Vaca Muerta. Están construyendo  la base norteamericana a diez kilómetros del aeropuerto, sobre la nueva ruta del petróleo, que lleva al corazón de Vaca Muerta y justo en confluencia de dos caudalosos ríos que son el Limay y el Neuquén, sobre los que hay seis represas hidroeléctricas. No solo hay gas y petróleo, sino que también hay agua y minerales”. (1) Recordemos que en 2012, el intento de construir en el Chaco una base similar, fracasó por la movilización popular. Naturalmente las autoridades de los gobiernos nacional y provincial no informan a la población. Sólo afirman que dicha base no persigue fines militares sino que responde a “razones humanitarias”. (2)

En noviembre de 2021 el Juzgado de Familia N°5 de Neuquén, frente a un recurso de amparo de la Multisectorial,  advirtió al gobierno provincial que debía brindar información sobre dicha construcción. El gobierno respondió que la información estaba en la página web. Sin embargo, se niegan a exhibir documentación que acredite las condiciones jurídicas sobre la edificación. El gobernador Omar Gutiérrez no ha recibido a los dirigentes de la Multisectorial ni a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Recientemente el embajador norteamericano Marc Stanley reconoció la construcción de la base pero argumentando que su objetivo era solo humanitario.

Según la misma fuente “No tenemos ni un papel que diga si se cedió, por cuánto, cuál es la contratación. No tenemos ningún convenio porque la provincia se niega a entregar la documentación. Se hizo de manera totalmente irregular y por eso están ocupados en no entregar ningún tipo de información. Si no hay convenio, es un delito enorme. Y si hay convenio, es traición a la patria”.

La base tendrá una superficie aproximada de 600 metros cuadrados, y contará con oficinas de equipamiento para monitoreo frente a contingencias.

Como afirma la periodista Beatriz Miranda, “Estados Unidos cuenta con 800 bases militares alrededor del mundo, el 11 % de ellas están ubicadas en América Latina y el Caribe. Casi siempre, la justificación para la instalación de nuevas bases militares desde el Pentágono y del Departamento de Estado está relacionada con la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, ayuda humanitaria y los desastres naturales. Sin embargo, cuando se hace un análisis geopolítico acerca de la ubicación de esas bases militares, se verifica que ellas están localizadas en las proximidades de grandes reservas naturales. Simultáneamente, Estados Unidos mantiene en América Latina bases híbridas. El Pentágono las ha dominado casi-bases para evitar la presión de los respectivos Congresos y las protestas de sus poblaciones.

Esta historia no es nueva. La necesidad de la presencia de una base militar en la triple frontera (Brasil, Argentina y Paraguay) empezó a ser difundida hace aproximadamente 22 años. Importante recordar que esta frontera cubre el centro neurálgico del Mercado Común del Cono Sur.”

La construcción de una base militar extranjera en suelo argentino, en una zona álgida es un problema del conjunto del pueblo argentino. Los gobiernos nacional y provincial tienen la obligación de informar a la población. Junto a los compañeros de la Multisectorial nos oponemos a la recolonización de nuestra patria. Que la expectativa deportiva con que nos quieren mantener distraídos no impida ver los peligros para la soberanía del país. (4)

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