“El rol de la clase obrera no es participar como socio menor en las esferas de poder de la oligarquía, sino impulsar las transformaciones revolucionarias que cambien en profundidad este sistema de opresión, explotación y miseria. El papel de la clase obrera debe ser vanguardia organizada y combativa de los demás sectores populares para lograr la liberación social y nacional de los argentinos”. Agustín Tosco (1)
Mayo es un mes de connotaciones obreras y revolucionarias. El 22 de mayo de 1930 en Coronel Moldes, Córdoba, nacía Agustín Tosco preclaro líder sindical y político clasista. El 29 de mayo de 1969 estalló en esa provincia el Cordobazo, una de las gestas populares más importantes de la historia del movimiento obrero argentino. Al frente de las columnas de trabajadores y estudiantes cuya rebelión hizo temblar a la dictadura militar del Tte. Gral. Onganía que pretendía quedarse veinte años en el poder, estaba el Gringo, dirigente de Luz y Fuerza y de la CGT de los Argentinos.
Mucha agua y mucha sangre han corrido bajo los puentes. Las jóvenes generaciones de trabajadores, los más explotados, los precarizados, todos esos pibes repartidores, sin derechos laborales, invisibilizados por el sistema, desconocen que este país contó con dirigentes sindicales como el Gringo, que de hecho encarnaron un modelo sindical de clase, combativo, independiente del Estado, de los partidos políticos y de los patronos.
En las redes sociales y en distintas publicaciones circulan artículos y recordatorios de homenaje más que merecido a un sindicalista que jamás se vendió, que no se enriqueció, que solo dejó su puesto de trabajo obligadamente en razón de las persecuciones y cárceles, y a quien como al Che, no se puede endilgar ni una sola mancha en su trayectoria de luchador social. Como acertadamente afirma Hernán Camarero:
Parecen ser múltiples las dimensiones a reconocer en Tosco. Si se atiende a la relación entre líder y bases, se nos presenta la silueta de un dirigente obsesivamente empeñado en la consulta a sus representados. Se trasluce un conductor neto y arrollador, un orador brillante, que mantenía una suerte de tensión nunca resuelta: fraguado en el habitus de la densa cultura organizativa del gremialismo, aunque escrupulosamente constreñido a las exigencias de la democracia obrera a contrapelo de las concepciones burocráticas. Si se abordan sus rasgos personales, cobra luz un hombre signado por la honestidad y una escuela de sacrificio moldeada por años de persecución y cárceles.(2)
Obviamente, Tosco es hijo de una época donde la clase trabajadora protagonizó luchas memorables por sus reivindicaciones propias y por una sociedad justa, contra dictaduras y gobiernos entreguistas. Es decir, no podemos analizarlo como un elemento aislado o excepcional sino como el emergente histórico de una corriente de pensamiento y de acción del movimiento obrero argentino.
Desde Ayllu queremos, en estos momentos tan complejos y difíciles para nuestra clase trabajadora destacar algunos rasgos que lo distinguen netamente del reformismo y de las posiciones favorables a la conciliación de clases que hoy predominan en el movimiento obrero. Rasgos que necesitamos recuperar para el rearme político, ideológico y organizativo de nuestra clase.
1°) Su sentido de la unidad- El Cordobazo es la demostración palpable en la práctica de su convicción que solo la unidad del movimiento obrero podía derrotar a la dictadura. Por eso como dirigente de la CGTA cordobesa tendió los puentes necesarios para acordar con el máximo referente de la CGT peronista y dirigente del SMATA local, Elpidio Torres, un plan de acción que garantizara el éxito del paro activo del 29 de mayo a pesar de sus enormes diferencias políticas e ideológicas. No se trató de cualquier unidad, sino de la unidad para la lucha, la única que sirve. Pero esa concepción de la unidad no se agotaba en la del movimiento obrero sino que se extendía al conjunto de los sectores populares, los estudiantes en primer lugar. Unidad que se expresaba claramente en el Programa de la CGT de los Argentinos: A los estudiantes queremos verlos junto a nosotros, como de algún modo estuvieron juntos en los hechos, asesinados por los mismos verdugos, Santiago Pampillón y Felipe Vallese. La CGT de los Argentinos no les ofrece halagos ni complacencias, les ofrece una militancia concreta junto a sus hermanos trabajadores. • A los religiosos de todas las creencias: […] (Ese es el lenguaje que ya han hablado en Tacuarendí, en Tucumán en las villas miserias, valerosos sacerdotes argentinos y que los trabajadores quisiéramos oir en todas las jerarquías. (Programa de 1ro de Mayo de 1968) (3)
Esa convicción lo lleva a decir en el discurso que dio en el complejo del Córdoba Sport: “la gran tarea del plan de lucha, un plan de lucha que hoy compañeros, no se limita a un problema eminentemente laboral; hoy es un gran plan de lucha de quienes llevamos adentro la nacionalidad contra quiénes entregan nuestra patria. Es el plan de lucha que debe unirnos a todos en esta gran tarea histórica que nos cabe emprender, en esta tarea en la cual debe culminar cuando el pueblo gobierne (…) El programa es del pueblo argentino, el programa es la nacionalidad, el programa es el de las reivindicaciones de los trabajadores, el programa no es la división, no es el sectarismo, el programa es unirse”. (4)
La vocación unitaria de Tosco lo previene tanto contra el apoliticismo cuanto la partidización de las direcciones sindicales:
“Quien se proclama apolítico, sustenta en la práctica la política de la reacción. Porque la política es la concepción general que se tiene de la organización económica, social y cultural de la sociedad a la que se pertenece”. Sin embargo esa afirmación no le impide alertar contra otro peligro, el de la partidización: “el sindicalismo, por agrupar a compañeros de distinta ideología política partidaria, religión, filosofía, etc., no debe embanderarse con determinado partido, credo religioso o cualquier otra parcialidad, que pueda dividir en la lucha por objetivos que son comunes a todos. Cada compañero tiene, no solo el derecho sino el deber, de pensar políticamente y la opción de estar afiliado o no, de ser militante o no, de una agrupación política.”
2°) Agustín Tosco defendió la independencia de la clase trabajadora y se opuso al Pacto Social que pretendía imponer el gobierno de Perón.
“A todos los que se han hecho presentes hoy aquí, en defensa de la lucha por nuestros derechos y para reafirmar nuestra intención de construir una nueva sociedad, la única que habrá de redimirnos de las lacras que padecemos, la sociedad socialista (…) hay en este acto unanimidad de los tres sectores que componen el Secretariado Regional de la CGT que ha respondido los intentos de la CGT nacional rechazando sus pretensiones y resolviendo en contra del llamado “Pacto Social”(…) Hemos señalado que el Movimiento Obrero y el pueblo están dispuestos a apoyar todo intento de profundización del gobierno popular, pero no a apoyar una política que intente la subordinación de la clase obrera (…) Sabemos que nuestra respuesta no va a callar totalmente los intentos de la maniobra de la CGT de Rucci. Hoy en el diario La Voz del Interior se habla de que los grupos armados y la CGT de Córdoba tomarían dentro de treinta días la ciudad y la declararían capital socialista. Esto forma parte del plan orquestado para reprimir e intervenir la Regional de la CGT y la provincia. (…) Pero la lucha de clases continúa vigente y se agudiza, hoy no es posible meter en la cabeza de la gente la idea de concretar un pacto social y la conciliación de clases, porque la clase obrera y el pueblo, se están dando una política con contenido revolucionario, con contenido de clase. Y vivimos tiempos duros y difíciles, la lucha será larga y difícil, pero para eso es necesario lograr la unidad de todos los sectores combativos contra la derecha coaligada(…) La CGT de Córdoba hace un llamado para promover la unidad de todos los sectores combativos, revolucionarios, obreros y populares, para enfrentar con posibilidades de triunfo a los reaccionarios y con el tiempo, si podemos hacer de Córdoba, la capital de la patria socialista la vamos a hacer…” (5)
3°) Tosco defiende a ultranza la democracia sindical enraizada en la base. Para él eso significa “que todo compañero que es representante de una organización obrera debe mirar más hacia las bases que hacia la cúspide.” Coherente con esa posición, es intransigente con la burocracia sindical a la cual define por los siguientes atributos: 1) limitar y administrar las reivindicaciones a lo económico profesional, lo económico inmediato sin asumir la lucha por la liberación; 2) no asumir la lucha en la calle (“es el ejercicio de los cargos sindicales con el criterio de reducir todo al sindicalismo, de administrar, desde posiciones de poder, los beneficios sociales, de discutir especialmente los convenios colectivos de trabajo, de quedarse gobernando al movimiento obrero desde posiciones administrativas(…) no asumir esa proyección general de la lucha del movimiento obrero como factor de liberación nacional y social…”
“A mi juicio, la burocracia sindical es un resultado de la política del sistema que por todos los medios trata de mantener al sindicalismo en una función fundamentalmente economicista. Quienes no avanzan en su ideología quienes se quedan jugando ese papel “gremialista”, ese estrecho papel economicista, terminan irremediablemente siendo burócratas”.
Por eso mismo como decíamos en Ayllu: “el duelo televisado entre el líder del Cordobazo y el secretario de la CGT, José Ignacio Rucci, es la expresión de dos concepciones opuestas acerca del sindicalismo: una que levanta la democracia de las bases, la intervención permanente de los trabajadores en la dirección sindical; la otra de absoluta subordinación a la estructura burocrática y verticalista del aparato”. (6)
4°) Agustín Tosco fue un revolucionario marxista y socialista. No desconocía las enormes dificultades que enfrentaba el movimiento popular pero nada más ajeno a su persona que la resignación.
“No queremos participar del hambre. No queremos participar de la represión. No queremos participar de los marginamientos. No queremos participar de todos los “planes y programas” que inventa el régimen para mantenernos sometidos. El pueblo, que es el protagonista diario del destino del país, quiere ser el protagonista fundamental en la conducción del país.
“Luchamos por el socialismo… Pero el socialismo se construye no con arsenales ideológicos solamente. Para que la locomotora marche, hay que arremangarse, agarrar la pala y echar carbón a la caldera. Uno se ensucia, transpira, sufre calor; pero la locomotora se mueve. Con grandes teorías y discursos solamente, la locomotora se queda donde está. Y nosotros, además de estudiar, por sobre todas las cosas, trabajamos y echamos carbón a la caldera”.
(Carta desde el penal de Villa Devoto a Susana Funes, 10 de agosto de 1971)
Seguimos sosteniendo que el Gringo es un hombre del futuro. Al afirmar esto, no estamos desconociendo ni los cambios en la estructura productiva, ni las transformaciones tecnológicas de las últimas décadas pero recuperamos el legado en relación a los valores, a las prácticas y al objetivo revolucionario. Porque como sucede con otras figuras del movimiento emancipador, no faltan los elementos oportunistas y reformistas que intentan utilizar la imagen de Tosco para enmascarar sus posiciones conciliadoras y claudicantes. El Gringo jamás habría apoyado un acuerdo con el FMI para pagar una deuda inmoral, ilegítima y odiosa. Por el contrario, estaría movilizando al conjunto del movimiento obrero para defender la soberanía y el programa histórico de los trabajadores por la liberación definitiva, nacional y social.
La clase trabajadora se encuentra frente al ataque más feroz y desembozado del gran capital y sus voceros locales que esperan la caída sin pena ni gloria de un gobierno que se recordará por su cobardía política y su capitulación ante los grandes grupos económicos. El programa de los enemigos históricos del pueblo argentino: Reforma laboral para llevarse puestos los derechos que fueron conquistados con sangre y sacrificio por generaciones anteriores de la clase trabajadora, reforma previsional para elevar la edad de las jubilaciones y sumergir aún más en la miseria a nuestros viejos, eliminación de la doble indemnización, limitaciones al accionar sindical, o sea luz verde a las patronales para perpetrar todos los atropellos y profundizar la superexplotación. Por eso, recordar a Tosco, no puede limitarse al homenaje o la nostalgia. Recordar a Tosco significa recuperar enseñanzas para la lucha que se avizora, frente a las pretensiones de hacer retroceder el país a más de un siglo. Invitamos a todos los compañeros y compañeras trabajadores a debatir este material.
(1) https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.5145/ev.5145.pdf
(2) Op. Citado.
(3) Agustín Tosco y Susana Funes: historia de una pasión …
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(4) Agustín Tosco, la clase revolucionaria. Nicolás Iñigo Carrera- María Isabel Grau- Analía Martí. Amauta- Yulca-La Llamarada.
(5) Idem
(6 https://aayllu.com/tosco-el-enemigo-principal/)