Otra deshonra para la Argentina
Escribe Manuel Dávila
La decisión de votar a favor de la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, siguiendo las directivas del la embajada de EEUU y del FMI, al igual de lo que sucede con la cuenca hídrica del Paraná, pone al país del bando equivocado.
Esto tiene consecuencias serias.
Por un lado, parte a la CELAC al medio, de la cual Argentina tiene la presidencia pro-témpore. Tres países votaron en contra, salvo Venezuela que no pudo votar por no tener la cuotas al día debido a tener los fondos congelados por EEUU; y la mayoría se abstuvieron.
Durante el gobierno de otro peronista (Menem) se traicionó a Perú que había facilitado aviones en la guerra de las Malvinas, y se apoyó con armas a su oponente Ecuador en el enfrentamiento que libraron entre ellos. Ahora el presidente actual continúa el mismo sendero de traiciones al faltar a su palabra.
En octubre de 2020 se firmó con la Federación Rusa un Acuerdo de Asociación Estratégica, con importantes beneficios al igual que los acuerdos de ingresar en la ruta de la seda con China. Estos compromisos fueron ratificados en el encuentro entre Fernandez y Putin, y a la luz de los nuevos acontecimientos quedan o suspendidos o anulados.
Que el presidente carezca de palabra no el algo que al autor de esta nota sorprenda: ya traicionó al pueblo en sus promesas de campaña, continua haciéndolo con nuevas promesas que no cumple, y sea porque no puede o no quiere, al menos no debiera hacerlas.
Pero la presidencia representa al país, y la falta de ética internacional, y que pocos sean los países en el mundo que la tengan, no es ningún justificativo. Sitúa a todo el pueblo argentino en entredicho. Es a los argentinos a quienes los rusos o los peruanos en su momento, rotularán de personas no confiables y carentes de palabra.
¿Y todo en beneficio de qué? Los arreglos con el FMI están firmados y en la primera revisión se pedirán enormes ajustes, las posibles inversiones al país vendrán si las rentas que puedan obtener les son enormemente favorables, importarán más granos no por este inmundo voto sino porque con la guerra hay pocos productores, las sobretasas continuarán, y las directivas de la embajada también.
Otra vez mal parados internacionalmente y sobre todo con respecto a Latinoamérica.
Brasil, con un gobierno neoliberal y de ultraderecha, se abstuvo. No hay un solo documento de la ONU que demuestre que Rusia violó los derechos humanos. Si se razona un poco, ¿alguien puede pensar que Rusia carece de la fuerza, el entrenamiento y el armamento como para arrasar a Ucrania completamente?. ¿No es más creíble la posibilidad que los grupos nazis son los que están ocasionando las masacres de civiles, operando bajo las directivas de EEUU, que está haciendo sus mejores negocios en energías y armamento? Se soslaya los 14.000 civiles asesinados desde el 2014 por el ejercito ucraniano y las bandas nazis en el Donbass, la expulsión de Zelensky y dos acompañantes nazis del parlamento griego lo que fue un verdadero escándalo y que se retiene población civil como escudo humano en Mariupol.
Argentina renunció otra vez a hacer lo correcto. Ha tomado un decidido partido, volviendo la mirada hacia otro lugar, y negando la propia historia, ya que fue la OTAN la que apoyó a los ingleses en la guerra de las Malvinas. Lo correcto dada las actuales circunstancias, hubiera sido al menos la abstención. Y es otra oportunidad perdida, que la historia no olvidará.
El lector comprenderá perfectamente las siguientes palabras: no son exactamente lo mismo, pero cada vez están más cerca y se parecen más.
Nota
(1) Véase la bandera de la OTAN junto a las banderas del escuadrón Azov, parte regular del ejercito ucraniano y la bandera nazi con la svástica.